Mis chicas de ADET
Hay personas que marcan una etapa, y ellas marcaron la mía desde el principio.
Al comenzar el Doble Grado, compartíamos muchas asignaturas del itinerario de ADET y, sin darnos cuenta, formamos un grupo de chicas con una conexión muy especial. Clases, trabajos en grupo, cafés rápidos entre horarios imposibles, risas tontas cuando más falta hacían… todo eso se convirtió en parte de nuestra rutina.
Con el paso de los cursos, cada una fue tomando su camino dentro del grado, pero el cariño y la confianza nunca se fueron. Aunque ya no compartamos tantas clases, siguen siendo parte de mi carrera y de mis recuerdos más bonitos de estos años.
Y si algo tengo claro, es que siempre habrá hueco para un plan, una escapada o una tarde de terraceo. Porque hay amistades que, aunque no veas todos los días, sabes que están ahí y que con solo reencontrarse, todo fluye como siempre.
Gracias por tantos momentos compartidos… y por todos los que aún nos quedan por vivir. 💛







